Por Sin Reservas
«La enfermedad mental no es el problema”. El titular puede confundir, pues es una situación parecida, aunque no similar entre los Estados Unidos y la República Dominicana.
Este fue motivado cuando la masacre de la escuela primaria Robb Elementary School, de Uvalde, en el que otro asesino, Salvador Rolando Ramos, de 18 años de edad, abrió fuego el 24 de mayo del presente año (2022), matando a 21 personas e hiriendo a diecisiete.
El titular surgió cuando Daniel Gillison Jr., Director Ejecutivo de la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales, dijo en un comunicado que:
«es incorrecto y dañino vincular las enfermedades mentales y la violencia armada» e instó al país (Estados Unidos) a encontrar «soluciones significativas y sensatas» para la violencia armada.
«Señalar la enfermedad mental no nos acerca como país a resolver el problema y hacerlo conduce a la discriminación y el estigma contra las personas con enfermedades mentales, que tienen más probabilidades de ser víctimas de violencia que perpetradores», dijo Gillison en el comunicado.
«Las personas en todo el mundo viven con enfermedades mentales, pero solo en los Estados Unidos tenemos una epidemia de tiroteos masivos trágicos y sin sentido», agregó.
Situación en la República Dominicana
Como todo, la Salud Mental y los indigentes están abandonados, con el consabiente problema de que muchos son muy peligrosos y causan hasta muertes, como acaba de suceder. Y los responsables -TODOS- comenzando por el Presidente de la República, «Solo se acuerdan de Santa Bárbara, cuando truena», como ahora, que salieron todos a tomar la víctima para agenciarse noticias (prensa).
Nosotros tenemos una caterva de guanajos que no asumen la responsabilidad que le han dado o han comprado como funcionarios públicos, por lo que les importa un comino lo que le pasa a los demás.
Pues ellos se agenciaron desde que llegaron a los cargos varios agüizotes para que les manejen los vehículos (que son de nosotros), para que les hagan los mandados, los trabajos en sus casas, nuestros policías y militares para su seguridad privada y de los suyos, y mucho más. Muchos tienen en las nóminas hasta las domésticas, como una caterva de peledeístas que conocemos, tenían.
Entonces las calles están llenas de infelices de todas las edades y padecimientos, desnudos, con el pene y la vagina al aire, amaneciendo en los parques y otros lugares, haciendo daño por doquier, y estos pendejos no encuentran que hacer con nuestros impuestos, y en vez de invertirlo, lo regalan con la intensión de lograr agenciarse esos votos para las elecciones, o sea que nosotros cotizamos para que ellos sigan viviendo muy bien y sin justificarlo.
Y estos mequetrefes ahora con la tragedia de Joel Rafael Cabrera Espino, vienen a hacerse los graciosos. Y yá nos tienen jartos, que cada vez que por su culpa suceden tragedias salen como Chapulines, como el caso de La Romana, del llamado «El Ebanista».
En la misma avenida 27 de Febrero, van a suceder peores desgracias, pues esa vía principalmente de madrugada es de los delincuentes, y ya veremos a mamarrachos lucirselas.
Hasta cuando…?
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